top of page
VAKKO.png

SALÓN DEL TRONO

Muchos han sido los cambios que ha experimentado el Áleon a lo largo de su historia, aunque la sala del trono es, probablemente, la habitación que menos lo ha notado, como si a emperatrices y emperadores les impusiera un respeto reverencial tocar el mayor símbolo de poder ántico: el trono de la Tormenta. Uno de los cinco que existen en Átraro. Flanqueado por las columnas que se erigen como guardianas, tras él se alzan amplios ventanales desde los que puede verse, no solo el trazado de la luna sobre el cielo, sino la totalidad de la ciudad ántica, a los pies del castillo imperial.

El fuego mágico que ilumina la sala no se mueve, hierático y solemne; no en vano se trata de un fuego mágico. Bajo ese ventanal poso de manera habitual. 

bottom of page