Situada en el centro de Noctia, Telasia limita con la terra vampira de Estyria, la bruja de Intora y los territorios licántropos de Élathur y Sorutz. No pocos sitúan también entre su espesura la mágica torre de Los Cimientos, cuna de la creación noctis, aunque nadie ha podido demostrar que se encuentre allí, pues solo puede llegarse mediante portales. 

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La luna se encierra en jirones de nube que la apartan de su dominio etéreo en la terra de Telasia, cuna de la magia más pura, allí donde más se ha profundizado en su aprendizaje y el único territorio noctis en el que se desarrolla el poder más temido: la alquimia. 

​Entre sus árboles de copas oscuras, entre sus troncos retorcidos, se abren peligrosas ciénagas y lagos de aguas misteriosas. Una terra que ha sufrido, de manera especial, las iras del imperio ántico, conocedora del peligro que entraña el  más profundo dominio de la brujería​. 

Dueña de zonas mágicas que en algún punto de la historia han separado la mentalidad entre los propios télasos. 

El Imperio ántico ha arrastrado a sus niños hasta el seno de su terra para convertirlos en soldados al servicio de sus poderosas legiones y, si bien algunos veían en eso una única esperanza para los más pequeños, otros lo vivían como una atrocidad. Las discrepancias dividieron al pueblo y eso potenció su debilidad en una decadencia imparable.

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Sus casas, salpicando los terrenos llanos, se alejan unas de otras en una soledad marcada y decadente. El viento ulula entre el laberinto de troncos, narrando las desgracias que han marcado, no solo su orografía, sino también a su gente.

Antes de que Ántico se constituyera en Imperio, Telasia era, probablemente, la más poderosa de las terras brujas, primer Trono de la Tormenta.

 

 

 

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El dominio de la brujería, muy superior al resto de terras. Además del uso de la más poderoa magia, Telasia ahondó en el conocimiento de la alquimia, un poder rechazado por la mayoría, al considerarse un cruce de límites. Aun así, el pueblo télaso viajó con ahínco al archipiélago de Kraftaverg, en los mares oscuros, para hacerse con complejos ingredientes, imposibles de encontrar en el continente átraro. 

Este fue su punto fuerte, lo que le convirtió en una sociedad poderosa, pero también la razón por la que el imperio ántico se cebó con Telasia de manera especial. 

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La conoceremos con una forma de gobierno conocida como Los Electos, cuatro personas que tratan con el imperio ántico en pos del beneficio de la terra. De igual manera, también la conoceremos bajo el gobierno de reyes en tiempos más remotos.

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Las legiones Cyma adquirieron un fuerte poder, junto al afán belicista de Ántico y, hasta su destrucción, a manos de Tanray Vakko, fue uno de los ejércitos más poderosos de Átraro.

Durante el gobierno de la emperatriz Listhy Vakko, las Cymas amenazaron con realzarse, espoleadas por el ánimo de los rebeldes, pero el espejismo duró lo que las legiones Áureas tardaron en aplastar el sueño.

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Las columnas del Pórtico representan a la terra bruja, puerta de acceso a los Cimientos, tierra sagrada en cuya torre mora la Madre Gárgola, símbolo en la mitología noctis, especialmente en la bruja. El pórtico se corona con el círculo de poder, que representa el culmen de la magia, pues ninguna otra terra la domina como Telasia.

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