POZO DE OFFYAH

¡No mires abajo, gárgola maltratada, no mires abajo, no mires abajo... Bien, aquí lo tienes: el Pozo de Offyah. A lo largo de los 570 años de la historia que nos atañe, numerosas emperatrices y emperadores han puesto fin a la vida de sus prisioneros, previo encierro y torturas, en este lugar. Otros tantos, horrorizados, no quisieron saber nada de él; algunos ni siquiera llegaron a verlo jamás. Su caída es interminable según dicen. Y nada de lo que caiga ahí volverá a ver la luz del día (o la de la luna, en nuestro caso). 

Las viejs leyendas también dicen que su negra boca es la entrada a la terrorífica prisión de Akiteria y es posible, dado que muchos allí se refieren a su llegada como una terrible caída. ¿Que cómo lo sé si nunca he estado en Akiteria? Querido... querida... soy  una gárgola de la creación; no subestimes mi poder... por más que me veas temblar de miedo o quejarme de cansancio. Eso es otra cosa. Y bien, estás en el punto más alto del Áleon. ¿Nos podemos ir ya?