¿Has sobrevivido a la tormenta de los orígenes? Eres todo un valiente, hay que reconocértelo. Sé bienvenido, pues, a la Ántico de Doroyan Vakko, emperador que ha ascendido al trono tras el fallecimiento de su hermana, Alasha Vakko.
Tiempos convulsos, cómo no, los que sacuden al Imperio. Las rebeliones son una constante y mantener las cohesiones que el Imperio lleva a cabo se hace tarea imposible. Muchos recriminan al emperador su mano izquierda con las terras, errores que ya se cometieron tiempo atrás y que Ántico acabó pagando muy caro.
El foco de Augis, no obstante, se pone en el hijo de Doroyan: Resryon. Su entrada en la Praes, la legión de formación, da mucho que hablar por el enorme potencial que el niño, de solo siete años, exhibe. Con él estarán su mejor amiga, Anven Drokkorah, hija del general de la Leggio, Pandian Drokkoriah y el intorano, ese intrépido muchacho que ha llegado desde la terra bruja de Intora, poco a nada dispuesto a que el miedo lo aplaste.
Praes, Argentum, Aes y Áureas. Seguiremos a la generación 390 a través de las legiones ánticas en un paso tan fulgurante como apoteósico, una huella diferente en la legión de formación. La Augis.
A los siete años, un niño ántico accede a la Praes, la legión de formación, donde se le instruirá en el arte de la guerra y la Alta Brujería en combate. A los dieciséis, accederá a la Argentum, la legión de plata licántropa. Allí servirá durante un año en el que se dedicará a la guardia de Ántico y conocerá cada rincón de la terra bruja. A los diecisiete entrará en servicio con la Aes, las legiones de estabilización, y viajará a terras conquistadas para conocer su desarrollo en un territorio eminentemente hostil. Será su contacto más cercano a la guerra hasta que, al finalizar los dos años establecidos, accederá a las legiones Áureas, donde entrará en combate. Después de otros dos años allí, a los veintitrés, un brujo podrá elegir entre servir en las Aes o en las Àureas.
Durante la cuarta luna de la tercera era, no obstante, una generación de brillantes brujos rompió todos los tiempos establecidos: Resryon Vakko, hijo del emperador Doroyan Vakko y otros once muchachos más bajo su mando: completaron de forma brillante su instrucción en la Praes a los trece años, cumpliendo el correspondiente ciclo de servicio en la Argentum hasta los catorce. Entonces, accedían a las Aes en terras vampiras y, como nunca antes se había visto, entraban al servicio de las Áureas con apenas dieciséis años. Dos después, ratificaban su voluntad de seguir en las legiones doradas y, cumpliendo de forma brillante durante las campañas de invasión, habían llegado a ostentar el mando de sus propios batallones.
A la generación de oro de la Praes, liderada por Resryon Vakko, la llamaron la Augis. El inicio de la leyenda.
POST LECTURA: ¿Seguimos con las líneas de dinastía?
Hemos conocido el gobierno de Doroyan Vakko y la brillante llegada de su hijo hasta las Áureas. Lo que sucedió a continuación lo conoces si has pasado por Leggion. La Noche de Sangre deja en Ántico un panorama de incertidumbre y desolación. ¿Cómo pudo perpetrarse algo así? ¿Cómo pudo llevarse a cabo? ¿Quién es Liatli Hassul, la joven de la que todo el mundo habla? Si quieres saber más de ella, acompáñanos hasta Fénix y descubre a la heredera de la Dinastía Perdida.