Faltan apenas dos minutos para que las doce campanadas despidan al año. Un año duro para ella, en el que la vida le propuso una compleja partida de ajedrez. A veces movió las fichas correctas y en otras, los errores amenazaron con un Jaque Mate insalvable. Pero la lucha la hizo más fuerte. El reloj marca entonces las doce en punto y su teléfono móvil empieza a echar humo sin que eso sea capaz de levantarla de la mesa.
-Tengo que irme -murmura él.
Con su torre, ella empuja al rey rival.
-Hasta nunca -le responde al viejo año-. Gané.
Imagen: v-a-n-3-ss-a (Pixabay)
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