-Pues sí que hace viento hoy -se queja el leñador, cerrando la ventana.
Acaricia la cabeza de su gato, que descansa sobre el alféizar con la vista clavada en el Bosque Oscuro. “Viento”, se burla interiormente el animal. Anclados a una existencia vacía allá en aquel sombrío paraje, convertidos en susurros que narran sus tristes historias pasadas, vagan errantes los fantasmas del camposanto. Juegan a ser aire entre las hojas, algo más cercano a la vida. Juegan a ser suspiros entre los árboles, anhelos más cálidos que la fría roca de la tumba. Susurros. Suspiros. Viento. Vida.
Comments